La Primera Guerra Mundial, en la que España mantuvo una posición neutral, tuvo una gran influencia en la economía del país, con derivaciones sociales, políticas y culturales.
[1][2] La balanza de pagos en España presentaba en los años previos a la guerra un importante déficit permanentemente.
Igualmente grandes empresas que estaban en manos extranjeras pasaron a ser propiedad de capitales españoles en sectores tan señalados como ferrocarriles y banca.
La renta empresarial incrementó su participación en la renta nacional como se desprende del análisis de los beneficios empresariales del periodo, pero lo hicieron también de una manera muy desigual, mientras algunos sectores incrementaron enormemente sus ganancias, otros sufrieron una recesión.
Esta figura se había establecido ya en la mayoría de los países intervinientes en la Guerra Mundial y también por algunos neutrales.