La ecología del suelo persigue el estudio de las relaciones recíprocas entre los organismos vivos y sus ambientes bajo condiciones naturales.
El suelo está constituido por una serie de variables físicas, químicas, y biológicas, con muchas interacciones entre ellas.
Junto con las cantidades apropiadas de aire y agua, suministra, en parte, sustento para plantas así como soporte mecánico.
La diversidad y la abundancia de vida del suelo supera a cualquier otro ecosistema.
A medida que estos organismos comen, crecen y se mueven por el suelo, hacen posible tener agua limpia, aire limpio, plantas saludables y un flujo de agua moderado.