Edafón

En el aire del suelo habitan animales de grupos adaptados a la respiración aérea, principalmente artrópodos.

Las descomponedoras son generalmente aerobias o microaerofílicas, aunque algunas aprovechan la abundancia local de sustancias minerales oxidantes para practicar la respiración anaerobia.

El capítulo principal entre los hongos del suelo corresponde a saprofitos, descomponedores que reciclan materia orgánica.

En la fauna del suelo encontramos grupos muy especializados, por la particularidad de las condiciones que se dan allí, que suelen ser a la vez muy primitivos, porque gracias a la extensión y continuidad de los sistemas edáficos en ellos han sobrevivido muchos fósiles vivientes.

La mayor biomasa animal corresponde en suelos blandos y húmedos a los anélidos oligoquetos comúnmente llamados en castellano lombrices de tierra.

Un segundo capítulo lo forman pequeños artrópodos detritívoros, entre los que destacan los ácaros, especialmente los oribátidos, los diplópodos y los colémbolos.

Junto a éstos, otros dos grupos de hexápodos, los proturos y los dipluros son más o menos exclusivos del suelo.

Algunos insectos, como los escarabajos estafilínidos, y arañas, como los licósidos habitan la superficie del suelo, escondiéndose en galerías, bajos las piedras o entre la hojarasca.

Composición del edafón