Concepto utilizado desde el marco de la educación ecosocial, por ambientalistas, ecofeministas para explicar que los seres vivos, en general, y los seres humanos, en particular, dependen de la naturaleza, porque la vida está encarnada en cuerpos que necesitan cuidados.
[1] Todos los recursos y bienes que utilizan los seres humanos para sus actividades, salen de la naturaleza.
[7] Según la antropóloga Yayo Herrero, la ecodependencia tiene tres derivadas importantes:[8] En la literatura de la educación ambiental hay un claro consenso en que hay que trabajar con un pensamiento sistémico-complejo, iluminado por la conciencia de ecodependencia, que ponga en juego las dimensiones cognitiva, afectiva, física y espiritual del ser humano para tejer una ciudadanía planetaria.
[9] El problema es que el enfoque sistémico-complejo choca con la compartimentación del saber presente tanto en la formación de profesionales como en las propuestas curriculares institucionales.
Por eso es prioritario romper con esa atomización, superando la disociación entre lo natural y lo social, y trabajando con una visión más global e integrada en el sentido del paradigma de la complejidad de Edgar Morin.