Al día siguiente, mientras camina por los pasillos del instituto, escucha los pensamientos de los demás.
Esa noche decide utilizar su habilidad con Ángel y descubrir lo que pasó con Faith, pero no puede leer su mente porque es un vampiro.
Giles y Wesley averiguan lo que ha sucedido antes: la persona infectada por un demonio vive aislada, incapaz de controlar su poder.
En casa, Joyce está nerviosa y no quiere quedarse a solas con su hija.
Buffy acaba leyendo la mente de su madre y descubre que se acostó con Giles dos veces, cuando estaban afectados por las chocolatinas embrujadas.