Dragonslayer

[nota 2]​ Para apaciguar a la criatura, el rey Casiodoro dos veces al año realiza un sorteo donde por ley están obligadas a participar todas las muchachas vírgenes del reino sin importar su origen, incluida la princesa Elspeth, quien sea sorteada será sacrificada al dragón para apaciguarlo temporalmente.

Galen es seleccionado por el amuleto mágico del mago como su próximo propietario, recibiendo los poderes de su maestro con ello; animado, viaja a Urland.

Casiodorus niega que Galen sea un verdadero mago y se queja de que su ataque solo provocó al dragón en lugar de matarlo, como lo hizo una vez su hermano y predecesor en el pasado.

El dragón lo incinera y luego se dirige al pueblo de Swanscombe, quemando todo a su paso.

El rey ordena que se realice una lotería para aplacar al monstruo con un sacrificio, sin embargo Elspeth, sintiéndose culpable por la corrupción de su padre, manipula el sorteo para que solo se pueda elegir su nombre.

Al no poder matar a Vermithrax, Valerian convence a Galen de huir juntos de Swanscombe, pero mientras se preparan para partir, el amuleto muestra a Galen una visión del "agua ardiente" dentro de la cueva del dragón, comprendiendo que Ulrich había planeado su propia muerte y cremación, ya que era demasiado viejo y frágil para hacer el viaje él mismo.

Galen regresa a la cueva y esparce las cenizas sobre el lago de fuego.

Cuando Galen y Valerian abandonan Urland juntos, él confiesa que extraña tanto a Ulrich como al amuleto.

En Dragonslayer se usaron hasta 16 modelos reducidos del dragón, cada uno de ellos destinado a ser usado en momentos en que el dragón debía caminar, volar, salir del agua, vomitar fuego etc.

Ninguno de los tres le fue finalmente concedido: el Óscar a los mejores efectos especiales fue obtenido por Raiders of the Lost Ark, el Óscar a la mejor música se lo llevó Chariots of Fire y el Hugo a la mejor representación dramática también fue obtenido por Raiders of the Lost Ark.