Probablemente toma su nombre de una casa construida por el emperador Tiberio, de quien se sabe que vivió en el Palatino, aunque ninguna fuente menciona que hubiera construido una residencia en la colina.[4] El núcleo de la Domus Tiberiana estaba orientado en torno a un gran peristilo con arcadas que lo rodeaban por cuatro lados.También reconstruyó el vestíbulo detrás del Templo de Cástor y Pólux, cambiando su orientación.Había un enorme vestíbulo justo detrás del templo y en el mismo eje que éste.[7][15] Los pilares soportaban galerías porticadas, sobre las que descansaba la planta principal ampliada del palacio en la cima de la colina.Sin embargo, la Domus Tiberiana fue, al parecer, favorecida por los emperadores Antoninos, a los que las fuentes mencionan como habituales residentes de la misma.Sufrió graves robos de material durante la Edad Media, y estaba siendo utilizado como huerto cuando en 1550 el cardenal Alejandro Farnesio decidió convertir la propiedad en un gran jardín formal, el primer jardín botánico privado de Europa.En 1728, Francisco Farnesio, heredero de los jardines, encargó al abate Francesco Bianchini que llevara a cabo las primeras excavaciones arqueológicas de la zona, que pusieron al descubierto numerosos fragmentos arquitectónicos.[16] En el siglo XIX el emperador Napoleón III adquirió las propiedades de los Farnesio en Roma, y encargó al arqueólogo Pietro Rosa que emprendiera excavaciones en la zona en la década de 1860; éstas pusieron al descubierto las subestructuras del lado norte de la colina y el peristilo central del piano nobile.En 2008 se descubrieron varias esculturas y ornamentos arquitectónicos en el emplazamiento de la Domus Tiberiana o en sus proximidades.
Las ruinas de la
Domus Tiberiana
elevándose sobre el Foro y la Casa de las Vestales