Gracias a este influjo enriqueció notablemente la riqueza de su paleta.
Otras obras pueden ser encontradas en la iglesia de San Frediano en Pisa al fresco y en la Galería Uffizi.
Se le conoce por pintar con gran rapidez, usando menos pintura, y así la mayor parte de sus obras han resultado seriamente dañadas por la acción del tiempo.
Su dibujo no es de excepcional calidad, pero sus composiciones son ingeniosas y atractivas.
El color que aprendió de los venecianos le ayudaron a obviar sus limitaciones iniciales.