Durante la segunda mitad del siglo XIX, atravesó la ciudad una línea de ferrocarril que unía Stry con Stanislaviv.
A finales del siglo XIX, grandes incendios destruyeron por completo la ciudad.
La primera década del nuevo siglo estuvo dedicada al renacimiento de la villa.
Después del colapso del Imperio austrohúngaro, los renacidos estados polaco y ucraniano lucharon por el control de Dolína en una guerra fratricida ganada por los polacos (ver Guerra polaco-ucraniana).
Los pueblos vecinos estaban habitados por colonos alemanes, que llegaron allí en tiempos de José II.
Durante la ocupación alemana, la población judía de la región fue asesinada dejando solo unos pocos sobrevivientes.