Sus pinturas eran de arte naif, que representaban a la gente corriente brasileña, temas religiosos y paisajes.
A los 23 años fue hospitalizada por tuberculosis en São José dos Campos, donde realizó su primer dibujo: Cristo en el Gólgota.
[7] En este período se hizo amiga del matrimonio de los artistas Maria Helena Vieira da Silva y Árpád Szenes, del pintor Milton Dacosta, el escritor Carlos Scliar y otros residentes de Santa Teresa que frecuentaban el mundo arte como Jean-Pierre Chabloz, habituales de la pensión, lo que le proporcionó un ambiente estimulante.
Al año siguiente realizó su primera exposición individual en la Asociación Brasileña de Prensa (ABI).
[11] En 1945 viajó a Nueva York donde vio la obra de Pieter Bruegel y entró en contacto con Fernand Léger, Joan Miró y Marc Chagall, también realizó en 1946, una exposición en las galerías de la The New School.
[4][12] Inicialmente su trabajo denominado como "primitivo", fue paulatinamente ganando mayor reconocimiento por parte de la crítica.
En la década siguiente, su paleta se diversificó con colores vibrantes y algunas obras abordan gradaciones tonales que van del blanco al gris claro.