Pocos momentos después, dos o tres salvavidas fueron atacados y la culpa recayó sobre jóvenes libaneses, aunque la policía dijo que no existía un motivo racial para el asalto.
Según ABC News, el ambiente inicialmente festivo rápidamente se tornó violento: Muchos de los alborotadores vestían ropas con eslóganes como “Zona libre de Wogs”, “Orgullo Aussie”, “Unidad de limpieza étnica”, y “me gusta el cerdo” (una alusión a la dieta musulmana) y cantaban consignas como “libaneses fuera”, y otras expresiones racistas.
Los asistentes incluían familias con niños, cabezas rapadas, supremacistas blancos y otras organizaciones racistas.
Los periódicos de Sídney informaron que durante la noche la violencia se había extendido a Ashfield, al oeste de la ciudad, así como también a los suburbios del Gran Sídney Occidental, con disturbios en Banckstown y Punchbowl.
A diferencia de otras playas en Sídney, la de Cronulla es la única que cuenta con una estación del tren metropolitano lo cual la ha hecho un destino popular para aquellos que viven lejos del mar.