Distrito de Huamantanga

Cuentan que, un día cualquiera en Huamantanga los naturales de la villa, ya evangelizados por Fray Bautista, comisionaron a dos indígenas para que, trasladándose a Lima, contrataran los servicios de un escultor, un albañil y un carpintero.

La religión de los conquistadores imponía sacrificios y era necesario afrontarlos para satisfacer las necesidades del espíritu.

Ya bajando por el agreste camino, llegaron al portachuelo de Puruchuco y avanzando un kilómetro más allá, avistaron a lo lejos, por la quebrada eriaza de Socos, acercarse a la cuesta, un jinete que montaba un brioso caballo blanco como la nieve.

El jinete subía, sin prisa, por la cuesta muy seguro de sí mismo.

Percibían una sensación rara; los comisionados parecían no temer a aquel extraño personaje.

Y, antes que los comisionados averigüen quién era, el jinete se adelantó a preguntarles: ¿A dónde se dirigen, como alma que lleva el diablo, hijos míos?.

El extraño y solitario jinete, en un santiamén, les solucionó la misión.

Uno de los comisionados creyó en las palabras del artífice y se propuso regresar con Él.

Cuando anduvo medio kilómetro más o menos, tocado por una fuerza sobrenatural, comprendió que debía regresar en compañía del extraño viajero.

Los naturales vacilaron porque sabían que en esos páramos no había agua; pero quedaron atónitos cuando se acercaron al sitio indicado y encontraron, como un espejo biselado, una fuente de frígidas aguas cristalinas.

El distrito de Huamantanga posee tres anexos: Puruchuco, Quipan y Marco ubicados en distintos pisos ecológicos.

Provincia de Canta en el Departamento de Lima, Perú