Adolf Hitler respondió con las primeras medidas que conducirían a la movilización total de Alemania.
Antes del discurso, el gobierno cerró restaurantes, clubes, bares, teatros y tiendas de lujo en todo el país para que la población civil pudiera contribuir más a la guerra.
Aunque Goebbels afirmó que la audiencia incluía personas de "todas las clases y ocupaciones" (incluidos "soldados, médicos, científicos, artistas, ingenieros y arquitectos, maestros, collares blancos (funcionarios)"), el propagandista había seleccionado cuidadosamente a sus oyentes para reaccionar con el fanatismo apropiado.
Sin embargo, la respuesta entusiasta y unificada de la multitud registrada en la versión escrita, a veces, no es totalmente compatible con la grabación.
Si bien Goebbels se refirió a la movilización soviética en todo el país como "diabólica", explicó que "no podemos superar el peligro bolchevique a menos que usemos métodos equivalentes, aunque no idénticos [en una] guerra total".
Goebbels intentó contrarrestar los informes en la prensa aliada de que los civiles alemanes habían perdido la fe en la victoria, haciendo al público una serie de preguntas al final, como: La versión oral grabada del discurso difería en algunos aspectos del registro escrito.
La última estrofa se originó en el poema «Männer und Buben» (Hombres y Niños) de Carl Theodor Körner durante las Guerras Napoleónicas.