Las disciplinas son un pequeño látigo hecho de cáñamo usado para infligirse un castigo mediante la autoflagelación (generalmente en la espalda).
Aquellos que usan la disciplina a menudo lo hacen durante la temporada penitencial de la Cuaresma, pero otros la usan en otras ocasiones y algunos la han usado todos los días.
La disciplina típica (latín: flagrum, inglés: flagellum) tiene varias correas unidas a un mango; por ejemplo: el gato con nueve colas.
Durante el siglo XIII, la autoflagelación colectiva hecha por las cofradías de los Disciplinantes se llamaba Devoción.
Tradicionalmente en el mundo católico se practica en ámbitos limitados, principalmente relacionados con fraternidades cuyos miembros, durante festivales religiosos especiales, marchan a una procesión.