[3] El sistema tributario español es más antiguo incluso que el propio Ministerio de Hacienda y, durante los siglos, la política tributaria ha estado dividida en diversos organismos.
Esta nueva dirección tenía a su cargo la gestión de los tributos directos e indirectos que antes conocían los mencionados órganos y aquellos que ningún otro órgano gestionase.
[5] Finalmente, en diciembre de ese mismo año se adopta la actual denominación.
En su lugar, se suprimieron las subdirecciones generales del Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y de los Ingresos Tributarios no Impositivos.
[11] Los asuntos fiscales internacionales que pasaron a la Secretaría General de Política Fiscal Territorial y Comunitaria en la última reforma, en 2004 volvieron a la DGT.[12] En 2012 se suprimieron las subdirecciones generales de Tributación de no Residentes y de Asuntos Fiscales Internacionales pasando sus funciones a la nueva Subdirección General de Fiscalidad Internacional,[13] siendo esta la última reforma que ha sufrido.