Impuesto sobre el Valor Añadido (España)

A diferencia de lo que ocurre con otros sistemas de imposición indirecta, el impuesto sobre el valor añadido tiene un carácter neutral hacia las empresas, al no suponer para ellos ni gasto ni ingreso, en la medida en que los bienes adquiridos en la producción o distribución sean empleados en su proceso de producción o comercialización.

En consecuencia está obligado a auto-liquidar el impuesto mediante la presentación de las correspondientes declaraciones trimestrales o mensuales.

[4]​ Como regla general, los servicios a empresarios o profesionales ubicados en el TAI se entenderán localizados en destino.

Los servicios realizados a particulares en la Unión Europea se entenderán localizados en origen, es decir, en sede del prestatario.

Esto se exceptúa cuando el destinatario es un particular establecido fuera de la UE y únicamente en determinados servicios profesionales regulados en el artículo 69.2 de la Ley del IVA, cuando se entenderá realizado en sede del particular.

Esto último no será de aplicación a particulares establecidos en Canarias, Ceuta y Melilla, que seguirán la norma general y se entenderán localizados en sede del prestador.

A excepción de las normas generales indicadas anteriormente para la prestación de servicios internacionales, se entenderán prestados en el TAI: La norma recoge una fórmula de cierre por la que se considerarán prestados en el TAI determinados servicios cuando, conforme a las reglas de localización aplicables no se entiendan realizados en la UE, Canarias, Ceuta o Melilla, pero su utilización o explotación efectivas se realicen en el TAI.

La ley deja fuera de gravamen determinadas operaciones, por diversas circunstancias; entre las más importantes se encuentran los servicios médicos, determinadas actividades educativas, culturales y deportivas, también las operaciones financieras y de seguro.

Debido a sus marcadas diferencias, sobre todo en lo que hace referencia a tratamiento fiscal y posibilidad de deducción, debemos distinguir entre dos tipos de facturas exentas de IVA: las exenciones plenas y las exenciones limitadas:[5]​ El devengo del IVA es instantáneo, produciéndose cada vez que el sujeto pasivo realiza el hecho imponible.

Dentro de estos límites, los diferentes Estados miembros han aprobado distintos tipos impositivos y, dentro de cada país, estos han ido cambiando para adaptarse a cada coyuntura histórica y económica.

Para que el IVA sea considerado deducible se deben cumplir las siguientes condiciones .