Impuesto sobre el Tráfico de Empresas

El Impuesto General sobre el Tráfico de las Empresas, conocido por su abreviatura ITE, fue el principal impuesto de carácter indirecto existente en España entre 1964 y 1985 y que fue sustituido por el Impuesto sobre el Valor Añadido al entrar en el Mercado Común Europeo.

La fijación de un tipo módico reducía en gran manera el fraude y permitía la efectiva aplicación del impuesto sobre bases muy extensas.

Se añadía también en su creación que su configuración del gravamen se adaptaba al grado de organización administrativa y contable propio de la mayor parte de nuestras empresas, sin crear con ello una presión fiscal indirecta con motivo de su exacción.

Se trataba de un tributo de carácter indirecto que gravaba las ventas, obras, servicios y demás contratos u operaciones típicas y habituales del tráfico de todas las empresas y de las explotaciones mercantiles, agrarias, forestales, ganaderas o mixtas, así como las importaciones.

Este gravamen tenía carácter general y multifásico en cascada, es decir, considerando todas las operaciones de transformación y comercialización de bienes y prestaciones de servicios con independencia unas de otras, exigiendo el impuesto por cada una de ellas.