El hemisferio delantero de Dione está muy craterizado y es uniformemente brillante.
Estas enormes fracturas se encuentran en el hemisferio trasero de Dione.
Una fracción alta del área altamente craterizada está situada en el hemisferio de atrás.
Esto sugiere que durante el período del bombardeo pesado, Dione estaba en una orientación opuesta a la de hoy.
Recientemente se ha descubierto gracias a la misión Cassini-Huygens que tanto Tetis cómo Dione están expulsando chorros de partículas al espacio, lo cual indica cierta actividad geológica presente.
Mediante imágenes topográficas generadas por estereografía, algunos equipos de la NASA sospechan que ciertos plegamientos a través de una prominente cresta en el hemisferio delantero solo serían posibles si hubiera un océano subsuperficial.
La mejor manera de conseguir ese calor es que el satélite tenga un océano interno.
Más recientemente, el orbitador Cassini efectuó hasta cinco sobrevuelos cercanos al satélite.