Por encargo de un tal abad Guillaume, se habría tallado en él, en bajorrelieve, con minuciosa precisión, como una pieza de orfebrería, una representación de Cristo en majestad inscrito en una mandorla, que es la escultura románica en piedra datada más antigua que se conoce (1019-1020).
Esta habría desaparecido en el siglo XV o XVI, a partir de entonces la obra, al igual que el resto de la portada, fue recubierta con una especie de barniz para protegerla, lo que le dio su aspecto amarillento (dado que el mármol era inicialmente blanco).
Así, los arcos de herradura representados en el dintel permitieron adquirir la certeza de que la abadía tenía un claustro, sin duda carolingio, anterior al conocido hoy (que data del siglo XIII y cuyos arcos son de medio punto).
El dintel es de forma alargada, mucho más ancho que alto.
Haciendo de esta composición y figuración una lectura más profunda, se puede identificar a la escena central —la de Cristo bendiciendo con un libro en la mano y flanqueado por una Α (alfa) y una Ω (omega) dentro de una mandorla sostenida por ángeles— como una escena teofánica, una Maiestas Domini, es decir, una visión apocalíptica.
[5] La inscripción dice lo siguiente: La datación se realiza de la siguiente manera: el «rey Roberto» que menciona el texto es Roberto II el Piadoso, rey de Francia, hijo de Hugo Capeto, que reinó del 996 al 1031, por lo que el año veinticuatro de su reinado corresponde al año 1020, por lo que el dintel seguramente se hizo en ese año (más o menos, en uno o dos años).