Ninguno de los dos hermanos cumplió los deseos de su tío de sucederle en su puesto en Daroca a su muerte, aunque finalmente Bruna dejaría a Diego en herencia «el manacordio, el mejor que yo tengo y que está en mi cuarto».
Durante su estancia en Zaragoza, firmó en 1674 la aprobación del tratado Instrucción de Música sobre la Guitarra Española de Gaspar Sanz.
En una visita a Zaragoza para jurar los fueros, Carlos II, que probablemente había escuchado tocar a Diego en casa de su hermano don Juan José de Austria, nombra a Diego Xáraba organista primero de la Capilla Real.
A la muerte de su tío, Pablo Bruna, en 1679, Diego Xáraba naturalmente no tomó el puesto de organista en Daroca para el que estaba previsto.
En Madrid impartió clases de clavicordio a diversas reinas.