Diego Marín Aguilera

Hijo de Narciso y Catalina,[1]​ medianos agricultores y ganaderos, la muerte del padre dejó al primogénito, Diego, al cargo de siete hermanos, acentuado su sentido de responsabilidad y el carácter emprendedor del que dio sobradas muestras.Ingenioso en extremo y dotado de una gran inteligencia natural, Diego fue ideando pequeños inventos con los que facilitaría el trabajo de sus vecinos: un artilugio para mejorar el funcionamiento del molino que aún se conserva sobre el Arandilla, otro para los batanes y molinos de agua y otro para aserrar los mármoles de las canteras de Espejón.A causa de sus preocupaciones sobre la mecánica del viento en los molinos, Diego Marín concibió la idea de poder llegar a volar como las aves, y en las horas que en el campo se dedicaba al pastoreo y a la agricultura estudió el vuelo firme y sereno de las águilas que remontaban por encima de la torre almenada del castillo.Así maduró la idea de construir un aparato más pesado que el aire para transportar a una persona.A la mañana siguiente al despertar los vecinos de Coruña y enterarse de lo acontecido en aquella noche emotiva de mayo, se mofaron de su convecino Diego Marín, creyéndole loco, e incendiaron el plumífero aparato para evitar que continuase con su locura.
Castillo de Coruña del Conde y avión conmemorativo del pionero de la aviación española Diego Marín Aguilera
Monumento conmemorativo del vuelo de Diego Marín Aguilera en 1793