Diego Manuel Chamorro fue elogiado por su desempeño bajo la presidencia de Adolfo Díaz Recinos tanto por políticos conservadores como liberales.
Fue elegido Presidente de Nicaragua en 1920, siguiendo a su sobrino Emiliano en ese cargo.
Las elecciones enfrentaron una importante interferencia de los Estados Unidos y se caracterizaron por irregularidades.
También firmó el Tratado de Paz y Amistad entre los países centroamericanos en 1922.
Al igual que su antecesor, siguió siendo obsequioso con Estados Unidos.