Diego Antonio Francés de Urritigoiti

[3]​ Se decidió por la carrera eclesiástica, comenzando como canónigo de la Catedral de Tarazona, pasando poco después a deán.

En 1632 pasó a ser vicario general y arcediano de Calatayud.

En 1651 era elegido diputado del reino de Aragón.

También fue el encargado del Hospital General de Zaragoza y juez sinodal del arzobispado de Zaragoza.

[3]​ Como escritor fue autor de diversas obras:[3]​