El primer obispo conocido es san Ireneo, que fue martirizado en 304 bajo el emperador Diocleciano.
En realidad, los historiadores cuestionan si Metodio tuvo una sede episcopal real, siendo un obispo misionero.
La atribución a la sede de Sirmio se remonta a la Vita paleoslava de Metodio, escrita en el siglo XII en la que se dice, sin mencionar nunca a Sirmio, que Metodio sucedió en la cátedra de san Andrónico, un santo del siglo I que murió en Panonia, del cual es problemático determinar históricamente cualquier relación con Sirmio.
En 1637 la residencia del obispo estaba en la ciudad de "Ulilady", que quizás pueda leerse Újlak, el nombre húngaro de Ilok en Croacia, la misma ciudad en donde estaba la residencia episcopal en 1697.
En 1748 el obispo no tenía residencia permanente, sino que vivía en la ciudad de Petrovaradino (hoy Novi Sad).
[2] En 1918 la región se incorporó al recién formado Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos (luego Yugoslavia).