Al poco tiempo cayó bajo el control de Majencio quien fue derrotado por Constantino tras una guerra civil.
Son pocos los nombres de vicarios que se conocen y todos ellos, sin excepción pertenecían a la clase ecuestre.
Entre sus comunicaciones y rutas comerciales destacaban las calzadas que atravesaban las montañas para dirigirse a la Galia o al Ilírico así como las que lo hacían con Roma y el sur de la península.
Contaba con dos cecas para monedas ordinarias situadas en Aquileia y Ticinum (que fue cerrada al final del gobierno de Constantino).
[7] Las monedas de oro, por su parte, eran producidas en la residencia imperial: Mediolanum y posteriormente, Rávena.