Diócesis de Hispania

La división del territorio bajoimperial en diócesis sobrevivió a la Tetrarquía, y Constantino I se limitó a agrupar varias diócesis en las nuevas Prefecturas del Pretorio.

No obstante, la diócesis desapareció en el 409, cuando vándalos, suevos y alanos entraron en la península.

La Diocesis Hispaniarum se constituyó modificando la organización provincial heredada de Augusto.

Así, las provincias altoimperiales de Hispania, la Lusitania y la Baetica, mantuvieron sus límites, pero la provincia Tarraconensis fue dividida en tres provincias de menor tamaño, la Gallaecia, la Carthaginense y la Tarraconensis, desgajándose de esta última la Balearica a mediados del siglo IV.

[2]​ Los praesides o gobernadores de estas provincias hispanas, a las que por razones logísticas se añadió la Mauretania Tingitana, fueron supervisados por un vicarius imperial a cargo de la Diócesis Hispaniarum, que, en principio, fue incluida en la zona de influencia del César Constancio Cloro.

División provincial de Diocleciano en 298, con cinco provincias a las que se añade la Tingitana para constituir la Diócesis Hispaniarum .
Constancio Cloro fue el César a quien Diocleciano asignó Britania , Galia e Hispania , transformada en Diócesis Hispaniarum , subordinado al Augusto Maximiano .
Provincias de Hispania bajo Diocleciano (al sur, Mauretania Tingitana que no está descrita).