[1] Eustacio en su comentario a la Ilíada, Libro IV, asegura que los jinetes pueden tener hasta seis caballos embridados moviéndose acompasadamente.
Generalmente, el desultor romano cabalgaba sobre dos caballos simultáneamente, sin silla de montar, y saltando entre ambos.
[4] En otros países, este nivel de habilidad ecuestre se aplicaba en las guerras.
Tito Livio menciona una famosa tropa de caballería en el ejército de Numidia, donde a cada soldado se le proporcionaba un par de caballos (bini equi), y en el fragor de la batalla, a pesar de estar equipados con armadura, saltaban con la máxima celeridad y facilidad desde un caballo que estaba cansado o lesionado, al lomo del otro que estaba todavía fresco, pudiendo cambiar su posición las veces que fuesen necesarias.
[5] En Volubilis, Marruecos se ha podido excavar la denominada “Casa del Desultor”, donde se conservan dos mosaicos figurativos, uno de ellos representando a un desultor realizando acrobacias.