Destartarización de Crimea

La destartarización se ha llevado a cabo de varias maneras, desde que la península fuese anexionada por el Imperio Ruso en 1783 hasta los años 40 del siglo XX.

Durante aquellos años se llevaron a cabo deportaciones masivas y exilios forzosos además de la eliminación de la cultura como lo fue la quema de libros publicados en los años 20 aparte del cambio toponímico.

[2]​ No obstante, hubo localidades que conservaron su toponimia en tártaro como: Bajchisarái, Dzhankoy, İşün, Alushta, Alupka y Saky.

[4]​[5]​[6]​ Miembros del partido soviético iniciaron una campaña de adoctrinamiento a la población eslava en el que describían a la población tártara como "traidores", "burgueses" y/o "contrarrevolucionarios" e implicando que la población local eran "mongoles" sin conexión histórica alguna con la península (a pesar de las raíces griegas, italianas, armenias y góticas).

[8]​ Los intentos por describir a Amet-Jan Sultán como "un daguestaní contrario a sus orígenes crimeos" obtuvieron un fuerte rechazo por parte de la comunidad tártara de la península.