Desiderio Arias

Ganó alta popularidad entre los pobladores de la Línea Noroeste, especialmente en Montecristi y demás pueblos más aledaños.

Siendo aún muy joven se trasladó a Montecristi, donde su prima segunda Calixta Álvarez Vial le recomendó con su cuñado Juan Isidro Jiménes para que trabajara en la casa comercial de J.I.

Desde allí se dirige con su guerrilla hasta la frontera haitiana, luego entra al país por la Línea Noroeste, específicamente Monte Cristi, donde inicia formalmente los combates.

Esto le permitió demostrar sus excepcionales condiciones de guerrillero, y ganó más fama, mayor popularidad e influencias.

Procedían de Sánchez, donde se ultimaba el acuerdo para la renuncia del presidente Eladio Victoria, a quien sucedería monseñor Adolfo A. Nouel.

En el periódico La Información se especifica que entre los muertos solamente hubo uno no beligerante.

En vísperas de vencer el armisticio, los cónsules mediadores habían pedido al general Arias una prórroga del mismo; pero Arias no solamente no accedió, sino que rompió el fuego dos días antes del vencimiento.

Fue así como en la noche del martes siguiente entraban a la ciudad las fuerzas de Arias, en tanto que la desalojaban y se dirigían a Puerto Plata el gobernador Jiménez y sus soldados.

Entre otras ocasiones en que los primos Arias y Jiménez militaron los bandos contrarios se recuerda la de 1924.

Otros entonces abandonaron la Coalición fueron los generales Francisco Antonio Jorge, Leopoldo Espaillat y Apolinar Rey.

No solamente no coincidieron Arias y Jiménez en la filiación trujillista, sino que además el segundo fue el padre de bizarro comandante Enrique Jiménez Moya, quien en 1959 encabezó la expedición anti trujillista de Constanza, Maimón, y Estero Hondo.

Sus respectivas madres eran primas hermanas, nietas comunes del español Eugenio Álvarez.

Jimenes renuncia de la presidencia mientras en Monte Cristi se arma otra sublevación, pero los estadounidenses logran vencerla.

En las elecciones de 1924 Vásquez logra ganar y se pone fin a la intervención estadounidense.

Este crimen horripilante se le imputó al sanguinario general José Estrella, quien al caer en desgracia con el régimen fue apresado y acusado de haber embarazado a tres hermanas.

Idéntica coacción recibió uno de los diputados del Partido Liberal al día siguiente.

Los rumores circulantes en la época ubicaban al general Arias y a Estrella Ureña como las próximas víctimas.

Esto los obligó a cruzar impulsando la rústica embarcación con fuerza humana, y naturalmente, ese gran número de hombres en ese trajinar y luego movilizándose hacia la ciudad llamó la atención de los lugareños que de inmediato le avisaron al general Arias, quien ya estaba a la expectativa por la escalada represiva desatada.

Trujillo observó el acto desde la galería del club Quisqueya y posteriormente se reunió con los alcaldes pedáneos «para recomendarles que inspiren confianza a los campesinos y eviten que sean víctimas de los atropellos”.

“La población desarmada ya no podía luchar contra un ejército moderno, bien equipado, y bien entrenado.

Tampoco podían hacerlo los viejos «generales», sin prestigio y con pocas armas como se evidenció en los casos de Pedro A.

La más dichosa paz brilla en Mao como una ofrenda a los hombres de trabajo que abundan en esta próspera región”.

Esta versión difundida por los diarios nacionales presenta similitudes con la que expone el aventurero William Burke en sus Memorias:

La versión más verosímil niega rotundamente la posibilidad de enfrentamiento militar entre las tropas oficiales y las del general Arias, quien, como ya se ha visto, contaba con pocas armas, y plantea que al momento de su muerte, Arias se hallaba acompañado de victoriano Almánzar y del general Francisco Morillo.

Almánzar, quien ya había pactado con Trujillo, hábilmente logró dispersar a varios de los seguidores del caudillo y fue la persona que lo asesinó al propinarle un balazo en la columna vertebral cuando simulaba ayudarlo a cruzar una alambrada.

El crimen lo observó alguien que en esos momentos realizaba labores de topografía.

En la refriega contra Arias también cayó víctima de las balas un haitiano llamado Maken, que se encontraba recogiendo tabaco en el área.

A esta actividad asistieron muchos de los antiguos prosélitos del general Arias.

Además se incluían los nombres de otros reconocidos desideristas como Abel Bonilla, Rafael Reyes Lozano, Gerardo Rodríguez, etc.