Los relojes atómicos son muy precisos y casi no sufren los efectos de este fenómeno.
Para mantener la sincronización entre el tiempo universal coordinado (UTC) y la rotación de la Tierra es necesario agregar un segundo intercalar algunos años.
Esto se debe a que no existe un tiempo universal pues es relativo al observador.
Adicionalmente, la relatividad general produce dilatación gravitacional del tiempo, es decir, un reloj en un campo gravitatorio mayor parecerá marchar más lentamente.
Es importante remarcar que es el tiempo mismo el afectado y no el funcionamiento del reloj.
Un sistema como este generalmente está sesgado, es decir, puede producir más ceros (0) que unos (1) o viceversa, por lo que es necesario “blanquear” algunos de estos bits aparentemente aleatorios para producir bits sin sesgo.