Decasílabo

La palabra decasílabo (del griego δεκα, diez, + συλλαβή, sílaba) se utiliza para designar en poesía (métrica) a los versos que constan de diez sílabas métricas.

Se compone sobre todo con acentos fijos en la tercera, sexta y novena sílaba.

Espronceda lo utiliza también en El estudiante de Salamanca, dentro de una escala métrica que pasa paulatinamente del verso más breve (bisílabo) al más amplio (dodecasílabo), recorriendo todos los que estaban en uso en su tiempo: Y de pronto en horrendo estampido desquiciarse la estancia sintió, y al tremendo tartáreo rüido cien espectros alzarse miró.

Así, por ejemplo, el "Himno a Miramón" de Francisco González Bocanegra en 1860, a propósito de una victoria del joven presidente: Bello lauro la Patria coloca en las sientes del joven caudillo, que sus armas cubiertas de brillo por doquiera triunfantes llevó.

En épocas más recientes, ha sido utilizado por Paul Valéry en su conocido poema "El cementerio marino".