Debido a su gran importancia estratégica, ocupó un lugar destacado en los conflictos romano-persas del siglo VI, con la famosa Batalla de Dara que tuvo lugar ante sus muros en 530.
Durante la Guerra de Anastasio en 502–506, a los ejércitos romanos les fue mal contra los persas sasánidas.
[1] La ciudad tomó el nombre de Anastasiópolis (en griego: Ἀναστασιούπολις) y llegó a ser la sede del dux Mesopotamiae.
[3] Los ingenieros de Justiniano también desviaron el cercano río Cordes hacia la ciudad cavando un canal.
Al mismo tiempo, se desvió su flujo hacia un canal subterráneo que salía 65 km más al norte, La guarnición pudo así cortarle el agua a su enemigo, un hecho que salvó a la ciudad en varias ocasiones.