El pez cebra o danio cebra (Danio rerio) es un ciprínido[2] emparentado con las carpas y los barbos, originario del sudeste asiático, habita mayormente en lagos, ríos y lagunas de la India, de uso frecuente en acuarios, así como para la investigación científica, siendo el primer vertebrado en clonarse.
[6] Por muchos años, el pez cebra era referido en la literatura científica como Brachydanio rerio hasta ser reasignado al genus Danio.
[7] Son peces alargados, fusiformes, con una única aleta dorsal, boca dirigida hacia arriba y un par de finas barbillas que son difíciles de ver salvo que el animal esté parado.
La hembra suele ser más grande que el macho y tiene un color de fondo plateado.
Las primeras divisiones son muy sincrónicas, rápidas y conforman el blastodermo, que se observa como un bulto de células en la parte apical o distal del cigoto.
Esto se hace evidente gracias a que las divisiones celulares se hacen más lentas, menos sincrónicas, comienza la transcripción génica y las células o blastómeras empiezan a migrar[11] generando tres capas celulares distinguibles: Entre la CSV y la capa de la envoltura se encuentran ubicadas las células profundas que dan origen al embrión.
Este lado marcará el sitio de la futura superficie dorsal del embrión.
[16] Sin embargo, estas estructuras difieren en algunas de sus actividades: la placa precordal en peces parece estar involucrada en la formación de estructuras neurales ventrales, pero las regiones anteriores del cerebro se desarrollan en su ausencia, mientras que esto no se aplica para anfibios.
[9] La región más importante en la formación del eje dorsoventral en Danio rerio, y en peces en general, es el escudo embrionario.
[9] Es especialmente apreciado por su homología genética con el humano (compartimos con estos peces más del 80 % del genoma) que permite que los resultados obtenidos de los fármacos probados en estos animales sean potencialmente extrapolables al humano.
Sus embriones son transparentes, algo que hace posible observar los efectos de estos medicamentos en sus órganos internos en formación.
Los genes del pez cebra son muy dóciles de estudiar, ya que los embriones son sensibles a las moléculas antisentido de Morfolino y, por tanto, este método puede utilizarse para analizar si un gen dado es importante para una función en particular.
[20] Cada macho mutante es apareado con una hembra silvestre de manera aleatoria para producir una descendencia F1.
[20] Un método de secuenciación de exomas del pez cebra es el siguiente: A continuación en el dibujo se muestran en azul los exones y en rojo del DNA genómico no codificante.
[20] Esto puede ser debido a un proceso de duplicación extra del genoma que sufrió un antecesor común a este tipo de peces, frente a los más de 22.000 genes que codifican para proteínas analizados en ratones, lo que supone una ventaja para su uso en laboratorio en pro del pez cebra].
[21] Se han podido identificar y fenotipar las mutaciones perjudiciales en cada gen que codifica para proteínas, utilizando un genoma de referencia secuenciado, como se ha comentado anteriormente, una secuenciación de alto rendimiento y una mutagénesis química eficiente.
[20] La comunidad que trabaja con él comparte libremente su genoma en repositorios en línea de acceso abierto.