En 1723, ganó la competición anual que patrocinaba la Academia de Ciencias francesa.Durante ese tiempo compartió vivienda con el también gran matemático Leonhard Euler, que había llegado a la Academia recomendado por el propio Daniel y al que ya conocía por ser un aventajado alumno de su padre en la Universidad de Basilea.Una enfermedad temporal junto con la censura de la Iglesia Ortodoxa Rusa[10] y desacuerdos sobre su salario le dieron una excusa para abandonar San Petersburgo en 1733.Bernoulli también escribió un gran número de trabajos sobre diversas cuestiones mecánicas, especialmente sobre los problemas relacionados con las cuerdas vibrantes, y las soluciones dadas por Brook Taylor y por Jean le Rond d'Alembert.[13] Juntos, Bernoulli y Euler intentaron descubrir más sobre el flujo de los fluidos.En particular, querían conocer la relación entre la velocidad a la que fluye la sangre y su presión.Para investigar esto, Daniel experimentó pinchando la pared de una tubería con una pequeña pajita abierta y observó que la altura a la que el fluido subía por la pajita estaba relacionada con la presión del fluido en la tubería.No fue hasta unos 170 años más tarde, en 1896, cuando un médico italiano descubrió un método menos doloroso que sigue utilizándose en la actualidad.Sin embargo, el método de Bernoulli para medir la presión se sigue utilizando hoy en día en los aviones modernos para medir la velocidad del aire que pasa por el avión; es decir, su velocidad aérea.Para profundizar en sus descubrimientos, Daniel Bernoulli retomó su trabajo anterior sobre la conservación de la energía.Matemáticamente esta ley se escribe ahora donde P es la presión, ρ es la densidad del fluido y u es su velocidad.