Dedicó buena parte de su vida a buscar el mismo, aunque murió sin poder encontrarlo.
El hecho se produjo cuando la excavadora chocó contra el mármol, extrayendo el operario uno de los huesos e informando automáticamente a las autoridades al percatarse del hallazgo.
Ramón Corzo Sánchez, el entonces director del Museo de Cádiz se hizo cargo del sarcófago, rellenándolo con arena para preservar los restos, para más tarde trasladarlo al museo.
C, fecha temprana en relación con las demás obras similares que conservan algunos museos del mundo.
El ajuar es bastante discreto, ya que la sociedad fenicio-gaditana no mostraba su estatus social a través de la joyería.