Cuneta

En fortificación, se llamaba cuneta al pequeño canal o zanja abierta en medio de un foso seco para recoger las aguas.

Las zanjas también pueden ser reforzadas con materiales como concreto, piedra o vegetación para reducir la erosión y mejorar su durabilidad.

En áreas rurales o agrícolas, las zanjas pueden ser estructuras simples excavadas a mano que requieren pocos recursos.

Los sistemas de drenaje inadecuados aceleran la contaminación del agua, desecan excesivamente los suelos durante las sequías estacionales y su mantenimiento se convierte en una carga económica.

[3]​ El diseño sostenible de los canales puede dar lugar a zanjas que se mantengan por sí mismas gracias al equilibrio geomorfológico natural.

La inversión inicial permite a una comunidad bajar las capas freáticas locales cuando y donde sea necesario sin agravar los problemas de sequía en otros momentos.

Por ejemplo, las zanjas de drenaje en áreas agrícolas pueden transportar pesticidas o fertilizantes hacia los ríos y arroyos cercanos, contribuyendo a la contaminación del agua.

Cuneta en los Países Bajos .
Rígola en el centro de un pasaje en París.