Con el crecimiento del turismo y con la notable exposición mundial del haka de los All Blacks, la cultura maorí, que anteriormente sólo se observaba en dicha sociedad, comenzó a verse cada vez más como una parte fundamental de la cultura neozelandesa.
Esta cultura posee varios ritos además del haka: uno de ellos es el moko, un tatuaje facial tradicional con el cual el maorí se distinguía y marcaba el clan al que pertenecía.
El acento neozelandés también tiene influencias escocesas e irlandesas debido al gran número de inmigrantes que llegaron desde esos países en el siglo XIX.
El idioma comenzó a decaer y a dejar de utilizarse luego de la colonización, pero desde la década del 1970 se han hecho exitosos esfuerzos para revertir esta tendencia.
Algunos de los fondos destinados a las artes son proporcionados por un departamento gubernamental creado específicamente para eso, Crative New Zealand.
para El arte visual preeuropeo maorí tiene dos tipos principales: el tallado y el tejido.
En el comienzo este arte se centró, principalmente, en la pintura del paisaje, aunque algunos de los artistas pākehā del siglo XIX (Charlie Goldie y Gottfried Lindauer) se especializaron en el retrato maorí.
Algunos maoríes adoptaron estilos occidentales y por este motivo una serie de casas del siglo XIX reunieron ciertas características, como las paredes pintadas con diseños de planta y retratos.
Desde la década del 1950 Frank Sargeson, Janet Frame y otros construyeron, sin fines de lucro, sus carreras mientras aún vivían allí.
Son también destacables por su éxito internacional Once Were Warriors (Lee Tamahori, 1994) y Whale Rider (Niki Caro, 2002), ambos dramas sobre la integración en el mundo moderno de los maoríes y su cultura tradicional.
[9][10] Los diversos escenarios naturales del país, su pequeño tamaño y los incentivos del gobierno suelen ser mencionados entre los factores que han facilitado el rodaje en Nueva Zelanda de todas estas grandes producciones.
[11][12] El actor de cine Russell Crowe nació en el país, aunque se trasladó a Australia siendo niño y terminó adquiriendo la nacionalidad australiana.
Desde el año 1830 en adelante, un gran número de maoríes fueron cristianizados, y durante todo el siglo XIX una serie de movimientos maoríes combinaron creencias tradicionales con el cristianismo, como por ejemplo Pai Marire, Ringatu, y en los primeros del siglo XX, Ratana.