[2] La película se estrenó en el festival de cine Outfest, donde ganó el premio al mejor guion.
[14] La obra esta protagonizada por Narciso Lima Achá, un muchacho boliviano que viaja a Alemania durante el auge del nazismo y que conoce a un joven llamado Elbruz Ulme, de quien se siente atraído y con quien pronto inicia una relación amorosa.
[17] Entre los autores contemporáneos que han abordado temas LGBT en sus obras se encuentran Edson Hurtado, Rosario Aquim y Albanella Chávez.
[12] De principios del siglo XXI destaca además la novela policíaca Periférica Blvd.
En esta temática destaca la escritora británica radicada en Bolivia Alison Spedding, quien primero la exploró en su novela de ciencia ficción De cuando en cuando Saturnina (2004),[19] desarrollada en el futuro y cuya protagonista es una navegante espacial, indianista y lesbiana anarco-feminista.
En 2012 apareció Memorias Colectivas: Miradas a la historia del movimiento TLGB en Bolivia, que reúne una serie de investigaciones sobre figuras LGBT pioneras de Bolivia, entre ellas el cantante folklorista Gerardo Rosas, y fue escrita en coautoría por David Aruquipa, Paula Estenssoro Velaochaga y Pablo C.
[24][25][26][27] Organizaciones LGBT como Maricas Bolivia han publicado además obras entre las que se encuentra Gay discreto busca hetero curioso (2018), en la que se explora desde la crónica y los reportajes fotográficos la vida de los hombres homosexuales en las ciudades bolivianas contemporáneas.
[30] Entre las figuras pioneras de la música LGBT boliviana se encuentra el cantante folklorista abiertamente homosexual Gerardo Rosas, quien inició su carrera cantando y bailando en chicherías de Sucre a mediados del siglo siglo XX, con un estilo que pasó a ser conocido como el «zapateo chuquisaqueño».
[22][23] Otras figuras LGBT de la música popular del siglo pasado fueron Jaime del Río, autor de la popular cueca «Mi pena»;[31] y las «Chinas morenas», nombre con que se conocía a hombres homosexuales travestis que bailaban con trajes glamurosos durante festividades folklóricas, como el Carnaval de Oruro y la Fiesta del Gran Poder.
La participación de drag queens y transformistas en Bolivia tiene un lugar destacado en expresiones culturales como concursos, desfiles, fiestas, exposiciones artísticas y fotográficas, así como en la Marcha del Orgullo LGBT en Bolivia.
[40] Sin embargo, la cultura transformista y las drag queens han enfrentado discriminación a lo largo de los años al haber sido considerados como un fenómeno marginal.