Cueva de los Nadadores
Almásy dedicó un capítulo de su libro El Sahara desconocido (1934) a esta cueva.Esta cueva se menciona en la novela El paciente inglés, de Michael Ondaatje, y en la película adaptada.La cueva que aparece en el filme no es la original, sino una escenografía recreada por un artista.Hay partes agrietadas a causa del agua aplicada por los fotógrafos para obtener un mayor contraste.Se han tomado medidas para reducir los daños en el futuro, limpiando las basuras y contratando guías para acompañar a los turistas, pero un futuro incremento del turismo puede ser perjudicial.