Vieytes y Borges habían trabado amistad en Buenos Aires, y conociendo el espíritu e iniciativa de Borges, fue que le hizo ese pedido.Con su ayuda comenzaron a organizar el cuerpo militar santiagueño.Toda la comunidad sin excepciones, inclusive los españoles residentes, fue solidaria y los ciudadanos aportaron donaciones con hondo patriotismo, en dinero y en especie, en la medida de sus posibilidades.Algunos, como el comandante José Cumulat de Espolla y el sargento mayor Pedro J. Ávila, ofrecieron a sus hijos jóvenes Pedro y Francisco, respectivamente, como soldados.[6] Este batallón era comandado por Borges, con el grado de teniente coronel, que le confiriera la Primera Junta.[4] De esta manera, Santiago del Estero fue la primera provincia que no solo ofreció, sino que además tuvo lista, tres compañías para el Ejército del Norte, levantadas y organizadas por la patriótica actividad del comandante Juan Francisco Borges.[8] Durante las guerras civiles argentinas, las tropas santiagueñas fueron absorbidas por las fuerzas que defendían la causa federal, en un principio comandadas por Juan Felipe Ibarra y a partir de la segunda mitad del siglo XIX por Antonino Taboada.[9] El CCB cuenta con una exhibición permanente en la Sala de Armas del Museo Histórico “Orestes Di Lullo”, donde sus visitantes pueden apreciar la historia, armas, uniformes y elementos de las milicias santiagueñas, entre ellos, los Patricios Santiagueños.