La Infantería de Marina se reorganiza totalmente, y partir de aquel momento se convierte un cuerpo único y general, lo mismo que lo era la Real Armada.
La fuerza total del Cuerpo de Batallones de Marina debe consistir teóricamente en catorce mil cuatrocientas plazas (sin los oficiales), y ser mandada por un oficial general de la armada, y repartida en los tres departamentos (Cádiz, Cartagena y Ferrol).
Debido al periodo convulso del Trienio liberal, esta última reforma de este periodo tuvo que esperar hasta 1827 para ponerse en práctica.
En la Península ibérica estas unidades hicieron frente al invasor francés.
Los cuatro batallones de Cartagena, incompletos de personal, por lo que no pudieron formar el Cuarto y el Quinto, sino solo el Primer Batallón del Cuarto.
Durante esta batalla se distinguió José Fermín Pavía, oficial abanderado del segundo regimiento de Marina.
Nueve días más tarde, rechaza la carga de coraceros franceses en Mollet del Vallés.
NSª Atocha y otros buques se reunieron bajo el mando del Rosendo Porlier y sirvieron de escolta al virrey Francisco Xavier Venegas, en el camino desde Veracruz hacía México, mantuvieron dicha ruta abierta, y fueron la base para la creación de dos batallones de marina para Nueva España.