Cuartel Moncada

La edificación, situada a las afueras de la ciudad en su lado este, cerca del cementerio y al lado del solar en el que se ubicaría el hospital militar ''Príncipe Alfonso'', estaba diseñada para albergar a 1001 soldados y 202 presos.

Se construyó un sencillo y robusto edificio de una sola planta con sótano.

Los lados del cuadrángulo estaban ocupados por edificaciones con galerías interiores abiertas a vastos patios.

En estas instalaciones se alojaban, además de la fuerza militar, 200 presos con la escolta y empleados necesarios para su mantenimiento.

El hospital tenía capacidad para 300 camas y su entrada principal se abría bajo un amplio pórtico sostenido por 8 columnas.

Durante la Guerra de los Diez Años se aumentaron las defensas del acuartelamiento.

En 1878 se acabaron los trabajos de renovación del cuartel junto con el hospital adosado.

En 1898 el ejército de Estados Unidos tomó la ciudad de Santiago y con ella el cuartel Reina Mercedes y el hospital militar Príncipe Alfonso, izando en ellos, por primera vez oficialmente, la bandera estadounidense en la isla.

Hizo diversas reformas en el acuartelamiento y, como agradecimiento, se colocó un busto del general en un lugar preferente.

El busto se mantuvo en ese mismo lugar hasta el triunfo de la Revolución, momento en que fue sustituido por otro del general Antonio Maceo.

El alzamiento fue brutalmente reprimido y pasó a la historia como la matanza de Mícara.

Perpendiculares al bloque se añaden seis cuerpos secundarios que dan a sendos patios abiertos.

En el edificio principal, en un segundo nivel, se abre una terraza que da sobre el polígono de formaciones.

En el extremo norte se construyó un salón de actos que funcionaba como cine y teatro, y al otro extremo, separado por un pequeño patio, estaba el club de oficiales.

Todas las instalaciones estaban rodeadas por un muro ornamental diseñado con aspilleras y contaba con torres en sus vértices.

En el primer piso se ubicó la Jefatura del regimiento N.º 1 Maceo, a su lado se hallaba un busto de Guillermo Moncada y en la parte interior, y frente al polígono estuvo hasta el triunfo revolucionario, otro de Antonio Maceo.

En este mismo lugar tenía su sede el Servicio de Inteligencia Militar.

Un grupo guerrillero formado por 25 hombres y comandado por Abel Santamaría tomó el Hospital Civil "Saturnino Lora".

[1]​ Fidel relata que las pérdidas en la lucha no fueron significativas y las bajas en el bando atacante fueron debidas, principalmente, a la crueldad y la inhumanidad del ejército una vez que el enfrentamiento había cesado.

El fuego de las ametralladoras fue el elemento que situó los acontecimientos en su justa medida.

Los resultados obtenidos por sus alumnos, contrastado en diversos concursos nacionales e internacionales, son óptimos.

Los alumnos están en régimen de semiinternado comiendo y merendando en el centro.

En 1974 se reconstruyeron las murallas del cuartel al ser declarado Monumento Nacional de Cuba.