En 1519, Wurtemberg pasó a manos de un gobierno austriaco después de que el castillo se rindiera y el duque Ulrico fuera desterrado.
Cristóbal fue enviado a la corte del emperador del Sacro Imperio, Maximiliano I, en Innsbruck, donde se crio y pudo alcanzar experiencia política bajo la tutela de los Habsburgo.
En los años subsiguientes, reorganizó enteramente la administración de la iglesia y del Estado.
[1] Cristóbal hizo grandes esfuerzos para impulsar el perfil de Wurtemberg.
Por ejemplo, reconstruyó el Castillo Antiguo en Stuttgart, que albergó numerosas celebraciones.