Desde 1557 hasta 1561 estuvo en los Países Bajos, donde combatió en las campañas del ejército español.
Entonces regresó a Rodemachern, construyó un palacio y llevó una vida derrochadora.
Sin embargo, incurrió en más y más deudas, y cuando intentó irse en 1566, encontró que no podía abandonar el país hasta que la reina proporcionase garantías.
Marchó a Suecia, donde sirvió en el ejército y luchó contra Dinamarca.
Después de varios años en Suecia, regresó a Rodemachern, donde murió en 1575.