Su forma, junto con el color rojizo característico que adquiere al atardecer, bien visible desde la ciudad de Murcia, le dan su nombre.
Sin ser la cota mayor de la Cresta del Gallo (le corresponde al Relojero, con 605 metros), constituye, sin lugar a dudas, la formación rocosa más emblemática de todo el conjunto rocoso.
Desde su espalda, en los días más claros, se puede ver el Mar Menor.
En la Cresta del Gallo hay posibilidad de hacer escalada o aprenderla en una escuela y excursiones por la zona, partiendo del área recreativa.
En el área recreativa hay facilidades para hacer pícnic y aparcar vehículos lo que hace de este enclave murciano un lugar ideal para visitar en familia.