Como una forma de crítica literaria reconocida, se remonta a 1934 cuando la erudita clásica Maud Bodkin publicó Archetypal Patterns in Poetry, (Patrones Arquetípicos en la Poesía).
[2] [3] Las raíces antropológicas del criticismo a los arquetipos se pueden encontrar más de 30 años antes que sus orígenes en la psicología analítica.
Como ejemplo, Frazer cita el mito griego de Perséfone quien fue llevada al inframundo por Hades.
El inconsciente colectivo, o la psique objetiva como se le conoce con menos frecuencia, es una serie de pensamientos, sentimientos, instintos y recuerdos innatos que residen en el inconsciente de todas las personas.
Las imágenes primordiales se originan en las etapas iniciales de la humanidad y desde entonces forman parte del inconsciente colectivo.
Se destaca por su oscuridad, disolución, el regreso del caos y la derrota de la figura heroica.
Las estaciones están asociadas con paralelos narrativos: El contexto de un género determina cómo se debe interpretar un símbolo o imagen.
Frye describe cinco esferas diferentes en su esquema: la humana, animal, vegetación, mineral, y el agua.
En contraste, el trágico mundo humano es uno de aislamiento, tiranía y del héroe caído.
En el ámbito de la vegetación, la comedia es, nuevamente, pastoral pero también representada por jardines, parques, rosas y lotos.
Lass ciudades, templos o piedras preciosas representan el reino mineral de la comedia.
El trágico reino mineral se caracteriza por ser un desierto, ruinas o "de imágenes geométricas siniestras" (Frye 1456).
Se ha argumentado que la versión de Frye respecto a la crítica arquetípica categoriza estrictamente las obras según sus géneros, lo que determina cómo se debe interpretar un arquetipo dentro de un texto.
Según este argumento, el dilema que enfrenta la crítica arquetípica de Frye con la literatura contemporánea, y con la del posmodernismo en general, es que los géneros y las categorías ya no están claramente separados y que el concepto mismo de géneros se ha vuelto impresisa, problematizando así el esquema de Frye.
Por ejemplo, Esperando a Godot (Waiting For Godot, en inglés) de Beckett se considera una tragicomedia, una obra con elementos de tragedia y sátira, con la implicación de que interpretar elementos textuales en la obra se vuelve difícil a medida que las dos estaciones opuestas y las convenciones que Frye asoció con los géneros se enfrentan entre sí.
Se dice que los arquetipos, de acuerdo a los críticos en el tema, revelan roles compartidos entre sociedades universales.