En 1656 Johan Filip von Krusenstierna fue nombrado gobernador de la colonia.
A pesar de este tratado, se descubrió que un socio de Carloff, un tal Schmidt, había vendido la colonia por su cuenta en 1659 a Holanda y que después había desaparecido con el dinero.
Poco después la población local se rebeló contra el nuevo dominador consiguiendo liberarse.
Fue, por tanto, enviada una nueva expedición que retomó el control sobre la colonia.
Von Krusenstierna fue nombrado de nuevo gobernador.