[1] Es un postre ligado a la gastronomía de conventos y la dulcería tradicional navideña.
Esta empresa es San Martín de Porres.
[2] En Melilla, la principal casa productora es La Casita de Chocolate.
[3] La harina de fuerza, la manteca de cerdo, el azúcar, la ralladura de limón y la canela molida se mezclan hasta formar una masa pastosa.
La forma final de presentarse el cortaíllo es espolvoreando azúcar glas y luego cortándolo con la forma y tamaño de una ficha de dominó, o un poco más grande.