Los sermones al régimen tenían el propósito de demostrar el poder que todavía conservaba Massera.
El único tema sobre el que expresamente no se podía escribir en ningún lado era el referido a los derechos humanos.
Se publicaron notas especiales sobre Günter Grass, Milan Kundera, Marcel Proust, Alejandra Pizarnik, Andy Warhol, Freud al cumplirse 40 años de su muerte escrita por Germán García y un suplemento dedicado a Martin Buber.
Hugo Becaccece tenía a su cargo una sección muy divertida con citas de Merleau Ponty y Sartre.
Su modelo era La Opinión –en ese momento ya con intervención militar- y pretendía hacer desde una posición de centro-derecha lo que Timmerman había hecho desde la centro-izquierda.
García fue torturado en el sótano de la ESMA porque lo confundían con Roqué, que en realidad había muerto unas semanas antes.
Más adelante, con un tercer secuestrado, llamado Daniel Lastra los llevaron a una pequeña imprenta en el barrio de Constitución que estaba en un gran galpón a cargo del comisario Ara y empezaron a trabajar todos los días allí imprimiendo revistas como La Gaceta Marinera y la revista Estado Mayor de la Opinión Pública, dirigida por Jorge Vago García y también en folletos.