No solo separa dos regiones hidrológicas, sino que también separa áreas de diferentes asociaciones de vida marina y climas diferentes.
Las islas Malvinas, el archipiélago de Tierra del Fuego, las islas del Príncipe Eduardo, Crozet y Macquarie quedan al norte de la convergencia.
La energía solar en los mares antárticos produce gran cantidad de algas flotantes, denominadas fitoplancton.
Prácticamente el resto de las especies marinas, incluidos pingüinos, focas y ballenas, se alimentan de krill.
La línea de la convergencia antártica fue cruzada por primera vez por Anthony de la Roché en 1675,[1] y descrita por sir Edmund Halley en 1700, cuando navegaba capitaneando el Paramour.